Ei ¿qué tal? ¿Hay algo que te inquieta, te atormenta, te perturba…? Vaya, entonces es que tienes un problema. No te ofusques, no hace falta que recurras a Esperanza Gracia para resolverlo. Hay una forma más pragmática de resolver problemas según Einstein. Sigue leyendo y aprende, estos consejos puedes aplicarlos en tu próximo juego de Room Escape.
No te ofusques…
Cuando se nos presenta un problema, nuestro cerebro baraja muchas opciones para resolverlo, tantas, que es posible que lleguemos a bloquearnos. El conocimiento nos aleja de la realidad tangible y nos conduce a un mar de dudas, del que es difícil escapar, cual resaca marinera. Pues entonces para quiet@, pon el freno macareno; no hagas esfuerzos inútiles, analiza y piensa la mejor forma de salir. Seguro que has oído decir a alguien esta frase: “a problemas difíciles, soluciones fáciles” , sí, seguro que era algún listo, el típico listo que lo sabe todo, ese, ese.
Modelo de Niveles Neurológicos
Tu amigo el listo tenía razón, pero seguramente no conocía esta sencilla técnica, así que no sería tan, tan listo. Estos consejos están basados en el modelo de niveles neurológicos que se utiliza en la Programación Neurolingüística (PNL). Éste se basa en una jerarquía de niveles mentales que sirven como base en los procesos de coaching.
El modelo en cuestión plantea que nuestro cerebro solo funciona conscientemente en los dos primeros niveles: (Nivel 1: Entorno y Nivel 2: Comportamiento). Cuando llegamos al tercer nivel, el subconsciente es el que toma el poder.
- Entorno: Elementos externos a mí, contexto.
- Comportamiento: Lo que hago, mi conducta.
- Capacidades: Estrategias y estados mentales.
- Creencias: Paradigma y mis referencias de la realidad.
- Valores: Lo que me importa y dirige mis objetivos.
- Identidad: Quién soy. Sentimiento del ser.
- Transpersonal: Lo que hay más allá como individuo. Espiritualidad.
Según este esquema, un cambio en un nivel superior, afectara casi con seguridad, a los niveles inferiores.
3 Consejos clave para resolver un problema según Einstein
Por eso, hoy queremos ayudarte, pobre indeciso. Como nosotros tampoco somos ningunos lumbreras, vamos a tratar de daros los consejos de alguien con dos dedos de frente. Así que vamos a enseñaros cómo podéis resolver problemas según Einstein y sus teorías.
1. Reformula el problema
Para que un problema nos entre bien en la cabeza, una buena forma de reorganizar la información es repetirlo. Trata de decirlo lento y alto, como si se lo explicaras a alguien con el sonotone con batería baja. A medida que lo repites, trata de asimilar e interiorizar cada parte de ese problema.
Otro aspecto clave es cómo planteas el problema. Además es posible que un problema abarque muchos pequeños problemas. Desgrana este problemón en todos los problemas que debes solventar para llevarlo a cabo. Ahí tienes una serie de problemas que posiblemente te impidan resolver ese “GRAN PROBLEMA” que te atormenta.
No sigas buscando soluciones, la clave es plantear los problemas de una forma distinta.
“No podemos resolver problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos”
-Albert Einstein-
2. Analiza la situación y tus capacidades
Para solucionar el problema, es realmente importante analizar detenidamente la situación y los recursos de los que dispones. En un juego de room escape tienes algunos hándicaps. 60 minutos, una habitación de espacio reducido y algunos cerebros tratando de resolver enigmas. Antes de empezar a dar soluciones, analiza al detalle el escenario. Descubre tus capacidades o en este caso las de tu equipo, la clave es saber lo que puede aportar cada miembro en cada momento del juego. Esos son tus recursos, humanos (o de apoyo), materiales o de tiempo; descubre cuáles son los tuyos y sácales el máximo partido. No sois Mcgyver, pero seguro que se os ocurren cosas si pensáis antes de actuar.
Piensa en el problema como una experiencia enriquecedora (si quieres puedes).
Cuando se nos plantea un problema, estamos saliendo de nuestra zona de confort. Un problema es algo sobre lo que no tenemos el control y debemos usar el cerebro para encajar las piezas. Debes tomarte los problemas no como una barrera que te impide lograr algo, sino como una prueba que te hará aprender. Resolver problemas buscando tú mismo la solución hace que tu cerebro lo retenga mucho más tiempo. Por eso, aprendes mucho mejor los problemas de matemáticas cuando los solucionas por ti mismo que cuando te los explica alguien, aunque requiere más tiempo claro. Tómatelo como una motivación, un reto que debes superar y que te hará crecer.
Conclusión
Después de ver estos tres puntos, aquí tienes un ejemplo de cómo debes plantear un problema para empezar con buen pie:
Me molesta ……. (alguien/algo) o no soporto cuando …… (ocurre algo)
Lo que debes hacer es preguntarte desde el nivel 2 (tu comportamiento) para plantear una solución:
¿Cómo voy a comportarme yo para …? o bien ¿Qué puedo hacer yo para …?
Uno de los mayores errores que podemos cometer es tratar de resolver el problema sin plantearlo adecuadamente. Por eso Einstein decía que si tuviese una hora para resolverlo, dedicaría 55 minutos para plantearlo y 5 minutos para dar una solución. Como veis, según Einstein, la clave para solucionar un problema es el diagnóstico. Por eso, es mejor perder el tiempo en plantear bien los problemas antes de dar palos de ciego y dar soluciones erróneas. Si cumples estos tres puntos, seguramente tendrás la mente mucho más ordenada y te será mucho más sencillo encontrar la solución. Aplicándolos correctamente conseguirás ahorrar tiempo, esfuerzo y recursos. Si quieres tratar de aplicarlo en un juego de escape, vente a probar con tus amigos a Mystery Escape. Para cualquier otra duda en la que podamos ayudarte, no dudes en contactar con nosotros. ¡Hasta pronto cerebritos!